El Ágora // El TUCOM morenista // Octavio Campos // Contra Réplica
La consigna es Todos Unidos contra Monreal. Rumbo a la selección anticipada del candidato de Morena a las presidenciales del 2024, las “corcholatas” oficiales descalifican y atacan al “hijo desobediente”, el senador zacatecano, quien ha manifestado su legítimo deseo de competir -a pesar del hándicap del veto de Palacio Nacional-, para ser el abanderado del partido guinda.
En una sucesión adelantada, el líder de la 41 marcó claramente sus preferencias y se inclinó por una terna para medir la temperatura política y sondear a sus simpatizantes. Lanzó a quien parece su predilecta, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; al canciller, Marcelo Ebrard, y al responsable de la política interior, su paisano y amigo Adán Augusto López. Sumó algunos otros nombres, pero quién será el ungido saldrá de esa trinca. El gran elector hará su designación, más allá de la parodia de una encuesta simulada, o de los ensayos demoscópicos independientes, donde por cierto no despegan ni la ex alcaldesa de Tlalpan ni el secretario de Gobernación.
Se le recrimina el no haber negociado un periodo extraordinario para sacar adelante y al vapor iniciativas enviadas desde el Zócalo, así como el fracaso parlamentario por el rechazo a la Ley Energética de la 4. Primero le dieron frío y no volvió a pisar el parquet de los salones de Palacio Nacional, luego vino la confrontación con el gobernador veracruzano en temas judiciales como el encarcelamiento ilegal de cuatro jóvenes por un delito tipificado por el Máximo Tribunal como inconstitucional: ultrajes a la autoridad, caso donde dilataron la liberación de los acusados; luego vino la imputación por homicidio al secretario técnico de la JUCOPO del Senado, José Manuel Del Río Virgen, quien estuvo injustamente preso 178 días.
Después lo vieron con desprecio, no fue convocado a la demostración de fuerza de Morena en Toluca. El club de las “corcholatas” se planearon ese domingo, aunque en realidad fueron dos los protagonistas. Y bajo la premisa de “a mi no me vengan con que la ley es la ley”, se promocionaron y poco les importó transgredir el marco normativo electoral. Ante el reclamo del zacatecano, se le respondió con soberbia que no violaban la legislación. Está claro que el dedo elector señalará a uno de la trinca. Pero una vez ungido el bueno, vendrá el divisionismo, se formarán tribus y será grave la fractura de la 4. Monreal y los no elegidos buscarán otras opciones. Nadie los podrá acusar de traidores.
Apostilla: Si realmente Morena quiere conquistar el EDOMEX, debe voltear a ver a candidatos más frescos que el grupo Texcoco. Corresponde, por equidad de género, a una mujer ser elegida. El escándalo por la retención de los salarios a empleados municipales y el estado de salud de la secretaria de Educación Pública la descartan, por lo que el mejor perfil es el de la edil de Tecámac, Mariela Gutiérrez Escalante. Sin ligas con facciones o tribus, ajena al grupo Texcoco -aunque tiene el reconocimiento de Higinio Martínez-, ha dado excelentes resultados ante los ciudadanos, lo que le valió ser reelecta. Aprovechó la vecindad con el AFA, que dio empleo a 80 mil lugareños y ha beneficiado al municipio con las obras de acceso. Los tecamaquenses sienten el cambio en la seguridad pública, las inversiones y los servicios en esa ciudad de 600 mil habitantes. La 4 debe buscar esos liderazgos con visión de futuro y olvidarse de los viejos caciques.