ImageTransformer

TOLVANERA / Roberto Zamarripa

1.- En marzo del 2011, Carlos Pascual renunció como embajador de Washington en México, tras la revelación por Wikileaks de un cable diplomático que envió en 2009 al Departamento de Estado.

“La Secretaría de Marina … ha mostrado su capacidad para responder con rapidez a las acciones de inteligencia. Su éxito pone a la Sedena en la difícil posición de explicar por qué han sido reacios a actuar de manera inteligente y dirigir la operación contra objetivos de alto nivel”, decía el cable y también despreciaba, en otro despacho, a Genaro García Luna, el jefe de seguridad federal.

México por décadas fue certificado, vigilado, apoyado, sustentado, protegido, arropado por el gobierno y el Congreso estadounidenses en una batalla que parecía interminable contra el narco y que disimulaba el eterno problema binacional: la migración.

En su libro Narcoleaks, Wilbert Torre cuenta con detalle aquella salida de Pascual de México debido a la furia del presidente Felipe Calderón por lo que consideraba excesos intervencionistas en la política interna, y a la vez retrata a un diplomático que difiere de la estrategia belicista.

“¿Qué impulsa a la inseguridad y a la violencia? La pobreza agrava nuestras tensiones sobre la inmigración. En las zonas de inestabilidad, se crea una ola de reclutas listos para los cárteles del narcotráfico”, dice Pascual en documento que entregó a Torre para explicarle su perspectiva del México que conoció.

Joe Biden, siendo vicepresidente estadounidense, conoció el conflicto con Pascual. Y supo de los efectos de Wikileaks que EU consideró agraviantes y delictivos.

Ahora Washington requiere a Julian Assange, el periodista que diseminó los legajos de Wikileaks al mundo, para juzgarlo. Andrés Manuel López Obrador pedirá a Biden en su visita de esta semana el perdón a Assange y ratificar el cambio de enfoque en la política migratoria. (Y con García Luna encarcelado en Nueva York).

2.- Diez países latinoamericanos que representan el 51 por ciento de la población total de la región tienen gobiernos de izquierda. Si Lula ganara en octubre próximo los comicios de Brasil, serían once gobiernos de izquierda que representarían el 85 por ciento de la población. De aquí al 2030 una buena parte de la región tendrá los vientos de izquierda. Ningún presidente estadounidense había enfrentado esta circunstancia que obliga a poner a la doctrina Monroe en pausa.

El fermento de la Presidencia de Biden y Kamala Harris también comulga con buena parte de eso. Bernie Sanders o Alexandria Ocasio-Cortez son la punta. Acompañan movimientos latinos, de feministas, ambientalistas y del poder negro. Son parte de la polarización y crecen también debido a ella, al antagonismo contra el trumpismo, el racismo y los supremacistas. Y batallan con los moderados del Partido Demócrata que repelen a la izquierda.

Para algunos, AMLO ha retado a Washington. Para otros ha resultado extremadamente útil en la batalla interna de Biden. Hace buena parte del trabajo “sucio” de contención.

La causa migrante es un tema electoral que da o quita una Presidencia. AMLO ya está en esa revuelta. Y Biden puede mostrarse como un mandatario capaz de pisar sin problemas el nuevo mapa latinoamericano y rehacer sus trazos entendiéndose con uno de sus dibujantes.

3.- Según las revelaciones de Wikileaks, AMLO dijo en enero de 2006 al embajador republicano Tony Garza, que de llegar a la Presidencia daría más poder al Ejército para combatir al narco y promovería programas sociales y de infraestructura con apoyo privado y estadounidense para enfrentar la migración. Garza tituló ese cable diplomático como “Apocalipsis, No”, suavizando la perspectiva de un triunfo del tabasqueño. Igual piensa en 2022.

AMLO no puede salir de la Casa Blanca con las manos vacías. Ha puesto expectativas altas: Visas para migrantes, más dinero para programas sociales, un programa común contra la inflación, indulto a Assange o demuelen la estatua de la libertad.

Biden está contra las cuerdas internamente. Sus concesiones no necesariamente serán aplaudidas. Una mera fotografía no le ayuda a ninguno. Es una cita trascendental.

Total Page Visits: 114 - Today Page Visits: 2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *